(ESPERO QUE DISFRUTEN DE SU LECTURA IGUAL QUE YO DISFRUTE RELATANDOLA)
Historia por fascículos , trágica como muchas historias de WoW ; para leer de un tirón. Después de una larga jornada de trabajo en Ventormenta, mi cuerpo cansado pide ya reposo. Las luces de la mañana se apagan con la entrada de la tarde y la llegada de la noche . Sentado junto al cálido calor de una chimenea de una taberna en el boque de elwynn dos sorbos cortos de mi cerveza de hidromiel. Mientras a mi lado un enano guerrero ameniza la velada contando el relato que a continuación les transcribo.
¡Oh, nobles señores y damas de corazón valiente!
Permitid que este humilde juglar os narre la historia más trágica que jamás hayan escuchado vuestros oídos...
"La crónica de Morgan el Maldito,
cuya alma el Rey de Escarcha robó,
y cómo su amor más puro
en sangre y lágrimas terminó."
I. EL REGRESO DEL HÉROE
"Escuchad, escuchad..."
En un ocaso dorado de Lordaeron, cuando los campos olían a manzanas maduras, un guerrero cruzó el portal de su hogar.
—"¡Padre!"— gritaron dos vocecillas, como pajarillos alegres. Thomas, el mayor, blandiendo su espadita de sauce; Eli, el pequeño, tropezando con su propio júbilo.
Y en el umbral, más bella que la primavera, Lenara, su esposa, con los ojos brillando como estrellas.
—"Prometí volver"— susurró Morgan, enterrando el rostro en su cabello dorado. ¡Oh, qué dulce era su aroma! A pan recién horneado, a leña de manzano, a... hogar.
Esa noche, mientras los niños dormían abrazados a sus piernas, Lenara le juró:
—"Nunca más tendrás que marcharte."
¡Ay! Si tan solo hubiera sido cierto...
(El juglar hace una pausa dramática, dejando caer una lágrima fingida que brilla a la luz de las velas)
II. LA SOMBRA QUE LLEGÓ CON EL FRÍO
"Temblad, temblad, buenas gentes..."
Pasaron tres días de paz. Tres días nada más.
Hasta que la Escarcha comenzó a roer su corazón.
—"Amor... ¡estás más frío que la tumba!"— gritó Lenara al tocarlo, retrocediendo horrorizada.
Morgan miró su reflejo en el abrevadero... ¡Sus ojos brillaban con luz profana!
—"No es nada"— mintió el pobre diablo, mientras una voz de hielo le reía dentro del cráneo:
—"¿Crees que puedes escapar de mí, pequeño caballero?"
(El juglar imita la risa del Lich King, haciendo que varios comensales se estremezcan)
III. LA NOCHE QUE ROMPIÓ EL MUNDO
"¡Cubríos los ojos, damas! ¡Porque lo que viene es horrendo!"
En la oscuridad más negra, Morgan despertó con las manos alrededor del cuello de su amada.
—"¡Por la Luz, despierta!" —suplicaba Lenara, arañándole el rostro.
Por un instante, luchó contra la maldición:
—"¡Huye, Lenara! ¡Lleva a los niños y—"
Pero entonces... ¡el pequeño Thomas apareció en la puerta!
—"¡Papi, no!"
Y entonces... ¡Oh, entonces!... La espada maldita Frostmourne susurró en su mente:
—"Mátalos. Todos."
(Un silencio mortal llena la taberna. Alguien deja caer un jarro de cerveza)
Cuando la locura pasó...
Lenara yacía muerta en su propia sangre.
Thomas tenía el cuello quebrado como un pajarillo.
Y el pequeño Eli... ¡pobrecillo! Ni siquiera despertó.
Morgan miró sus manos ensangrentadas y su grito partió la noche en dos.
IV. LAS LÁPIDAS MALDITAS
"Llorad, llorad conmigo, amigos míos..."
Durante tres días y tres noches, Morgan cavó tumbas bajo el manzano donde Lenara solía leer cuentos a los niños. Talló sus nombres en madera con dedos sangrantes:
"Lenara - Mi sol perdido"
"Thomas - Mi valiente"
"Eli - Mi ángel durmiente"
Pero al terminar... ¡apareció una cuarta lápida!
"Morgan Ladimore - Asesino. Monstruo. Maldito."
—"¡NOOOOO!" —rugió, golpeando la piedra hasta pulverizar sus huesos.
Y desde las profundidades del Norte, el Rey Exánime se rió.
(El juglar golpea la mesa con fuerza, haciendo saltar los jarros)
V. EL ESPECTRO DE LOS BOSQUES
"Y ahora... si pasáis por los Bosques de Argenta al caer la noche..."
Veréis a una mujer fantasma meciéndose en una silla invisible, cantando:
—"Duérmete, niño pequeño, que el papá vendrá..."
Oiréis risas infantiles entre los árboles muertos.
Pero si os acercáis a las tres lápidas... ¡Cuidado!
Porque el Caballero Maldito aparecerá, con ojos que arden como el infierno:
—"¿Vienes a juzgarme? ¡Pues yo te salvaré!"
Y os atacará... no por odio, sino porque en su locura, cree que matándoos...
Os librará de su mismo destino.
(El juglar baja la voz a un susurro escalofriante)
EPÍLOGO: LA BURLA DEL REY DE ESCARCHA
Y mientras el alma de Morgan grita en el viento...
En su trono de hielo, el Lich King sonríe.
Porque la peor condena no es la muerte...
...sino vivir para siempre recordando lo que destruiste.
(El juglar deja caer su laúd con un golpe sordo. La taberna queda en silencio absoluto. Luego, rompe el hechizo con una copa levantada)
—"¡Por los caídos! ¡Y por los que nunca descansan!"
FIN
(Los presentes aplauden con lágrimas en los ojos, mientras el juglar recoge monedas con su sombrero parchado)