Poco tiempo ha pasado desde que la noble (al menos en esta expansión) reina alma en pena ha liberado mi alma, y mucho ha cambiado. Partí de mi amada Tirisfal muy pronto, pues me requerían en las lejanas tierras de Kalimdor. En tan sólo unos meses, pasé de cazar linces en las Mil Agujas a enfrentarme a las monstruosas creaciones del Rey Exánime, y eso me ha hecho extrañar los viejos tiempos.
Si no es mucha molestia para un ser ocupado como usted, me gustaría contarle mi historia...
No recuerdo demasiado, pero sé que, de joven, solía trabajar en el Molino Tarren como granjero... hasta que los orcos llegaron. Pude observar su poder, pude observar su... oscuridad. Y me tentó, debo admitirlo. Conocí al mismísimo Gul'Dan, el brujo orco más poderoso que ha habido, y de él aprendí las artes oscuras. Pero había mucho que él no sabía, un gran poder oculto detrás de esa sangre que tan orgulloso solía beber.
Al notarlo, me separé del Consejo de las Sombras, y volví a mi hogar, decidido a iniciar una investigación sobre el Vacío Abisal y sus secretos.
Dominé a los demonios que allí habitaban, y me convertí en el dueño de mi propio poder. Un maestro demonólogo.
Pero mis investigaciones fueron demasiado lejos. Morí, a manos de un señor eredar agresivo.
Años después he regresado, pues mi Reina me ha dado otra oportunidad. Y, ahora que estoy ligado a ella, sacrificaré todo lo que tenga por destruir a su mayor rival, Arthas.
Y esa es la razón por la que he contado esta historia. Mi investigación no ha terminado. El poder del Caos ha demostrado sus posibilidades, y sus conocimientos permiten destruir rápidamente a los heridos, con potentes descargas de caos mismo. El fuego contiene potencial, quizás aún más que los demonios, pero la investigación de mis colegas está atascada. Se limitan a repetir fórmulas, que ya son obviamente obsoletas, pues no dedican sus esfuerzos al daño de fuego, su mayor ventaja.
Y para eso necesito recursos. Materiales, oro y armaduras, suficientes para realizar mis cálculos, y reiniciar varias veces la rama de habilidades. Eso es todo lo que deseo, el resto lo conseguiré por mí mismo.
No sé cuando se considera a alguien bueno, sólo sé que utilizaré todo el poder que esté a mi alcance para protejer a mis aliados. Si eso requiere destruir brutalmente a mis rivales, que así sea. Y por eso estoy contento, pues en eso soy bueno. En las semanas desde que llegué a Rasganorte he reconquistado los mayores campos de batalla de Azeroth, principalmente Ojo de la Tormenta, de gente mejor armada que yo. En los días siguientes a la superación del Foso de Saron, logré finalizar la Prueba del Cruzado, así como también destruir a Onyxia, investigar las Cámaras de Archavon, e incluso conquistar la mitad de la Ciudadela de Corona de Hielo.
Siempre que fue requerido, ayudé a mis aliados, ya sea con una simple bebida, como con transporte rápido, o incluso guardando las almas de los druidas que lo solicitan.
También forjé alianzas, muchas de ellas. Los Caballeros de Sangre Vil, aunque aún en desarrollo, ostentan poder.
Y todo esto sólo fue posible con vuestra ayuda. La de mis aliados, la de la Reina Alma en Pena, la bendición del Padre Invierno, y el apoyo del Staff, rompiendo la 4ta pared.
Queda mucho por hacer, mucho DPS por calcular. Con algo de suerte, saldré de este año como un gran no-muerto, obsequiando a todos los brujos el conocimiento, una nueva guía, un nuevo y mejor modo de adquirir el poder.
Con los héroes adecuados, podemos destruir al Rey Lich. Estoy seguro de que derrotaremos a sus lacayos, y pacificaremos el continente helado. Después de todo, dicen que se puede combatir fuego con fuego. Si eso es así, ¿qué efecto tendrá el fuego en el hielo?
Con un poco de ayuda, podremos averiguarlo...
Feliz festival de Invierno para todos, espero que prosperéis como nunca en este joven mundo
Querido Padre Invierno, empecé a jugar en cuarentena y no tenia ni puta idea de nada.
Entre a la guild y lo primero que hice fue pedir oro que gaste comprando una armadura en un npc, obvio que a los 5min gané una mejor en una misión. Luego pedí mas oro y me compre todas las bolsas y casillas del banco, así que tuve que levear sin montura y sin habilidades porque ya no me querían dar mas oro.
En mi primera icc me mori en fuego de tueta, me comí todos los fantasmas de lady, saque record de sobrecalentado en cañon, pegue menos que el tank en libra, en gordos nunca junte espora y me morí por vomito, luego tuve la fantástica idea de sacar el Maligno de las Sombras en Príncipes por lo cual tankee orbes como un campeón.
Me tomo algo así como que 5 meses hacer todo Sindra sin comerme el frío virulento ni morir por magia desencadenada.
Dejar bien el Profanar en Lk uff, otros 2 meses más.
Es el día de hoy que con 6.3gs aún sufro en espada, esa webada de espíritu es inmortal.
A veces me caigo por el borde por estar dirigiendo-heleando a los saltitos (me creo dudu).
En Sr obvio que los meteoritos los cabecee TODOS durante unos 4 meses también, aunque fui de los primeros en la guild que sacaron logro, eso no me evitó manquearla duro. El corte igual, yo pegaba como loco como si fuera Libra y pues menuda F.
En Toc siempre me fue bien, Gemelas es mi especialidad (algo bueno tenía que tener).
En Ulduar ya me había visto 30 guías y también me fue bien, solo en Algalon me comi el machaque y morí como imbécil aun teniendo los 6.3 de gs ( evidentemente el equipo no da manos).
Naxxramas tengo el indestructible y el día que lo saqué me fui a Dalaran a flexear mi título, encontré un pala 6.7 y le dije: "mucho gs pero no tienes [Los Indestructibles]" a lo que el tipo me linkeo [Primero del Reino: La muerte del Rey Exanime 25h], se rió todo Dala de mí, pero aún así el no tenia el de Naxx xD.
Habiendo pasado ya 8 meses desde que empecé a jugar, hoy lidero la mayoría de Raids de mi guild con bastante éxito, y aprendí muchísimo del juego. Conocí excelentes personas y algún que otro imbécil que se equipa y luego desaparece (pero de esos hay muchos), hice varios amigos y estoy contento con eso.
Este juego y la gente que me acompaño durante estos 8 meses hicieron de mi cuarentena algo bonito. Gracias a todos ellos por ser parte.
Habiendo dicho esto me despido, que tengas tu también una Feliz Navidad y no seas rata, regalame algo copado.
Leods consiguió una reacción de Torete en Voidlor - Horda - Carta al Padre Invierno